Llevo días pensando en los temas de los post de los próximos días, que si el fondo oscuro antes de empezar con las salsas, que si hoy hago unas berenjenas rellenas, que el fin de semana ha sido bastante movidito y tengo ya tema para unos cuantos días, pero al final nada sale como lo planeas y al final terminas escribiendo sobre algo que si habías pensado, pero ni remotamente tan pronto. Y es que hoy vamos a hablar del aborto de la gallina, jeje, no mentiras, pensaba empezar con recetas nuevamente, pero para mi suerte, o mi falta de ella se ha cruzado en mi camino (vale que he tenido que desviarme un poco en la ruta de vuelta a casa) el telepizza y su horrorosa promoción de la pizza mediana a 3€, contra eso y una tía tan vaga como yo poco se puede hacer, así que cambio de planes, hoy toca libro nuevamente, y vamos a comentar la segunda parte de una trilogía que comenté con anterioridad en uno de mis post, esta vez hablaremos de venganza en Sevilla, de Matilde Asensi
Venganza en Sevilla
En esta etapa de la vida de Catalina sufrimos la muerte de su padre adoptivo por causa de los hermanos Curvo, que de una u otra manera se hacen partícipes de la muerte de Esteban Nevares y el ataque a Tierra Firme por parte de un corsario inglés, haciendo gala de lo que ellos llaman “la justicia de los Curvos”, Catalina, enfundada en las ropas de Martín consigue llegar hasta la cárcel donde se encuentra su padre (en España), y este en sus últimos momentos le hace jurar que vengará su muerte, así Martín vuelve a ser Catalina para llevar a cabo una venganza múltiple y dar paz a su padre.
Nos enmarca la Sevilla de 1600, mostrándonos como era la sociedad de aquella época y de paso abriendo debate sobre los negocios que llevaron a prosperar en gran medida a personajes públicos de la obra (ficticios), en este aspecto no soy la más indicada para hablar, ya que con mi novio siempre tenemos la coña, pues yo soy Colombiana y el Español. Supongo que entenderéis que mi opinión al respecto sea un poco más…Como decirlo, ejem, dura que la suya, pues yo estoy convencida de que a Latinoamérica (en mi caso Colombia) fue más lo que se le quitó, que lo que se le dio a cambio, y si, me refiero al oro, y las mujeres que no se volvieron a ver, aunque nos dejarais a cambio la religión y la lengua, (no tengo la culpa, España es nuestra madre patria, pero muchos estaréis conmigo en que en la conquista no fueron precisamente nobles los que desembarcaron… Historia, amigos míos, sencillamente la de España se diferenciará en gran parte de la que nos cuentan en mi país), aún así yo estoy tan agradecida con este país que me da igual lo que pasara hace quinientos años, así que, sin rencores, jeje.
En mi opinión, un buen libro, con la chispa que le faltaba al primero, pero quizá con demasiada prisa para resolver ciertas partes de la historia, aún así al tercer título no le faltan argumentos para ser una de mis lecturas pendientes, aunque creo que podía haber resuelto la historia en dos partes, cuando llegué al final dije, venga hombre, de donde se va a sacar la historia para el tercero, pero mejor será que lo veamos.
Pero eso será otra historia, como bien dice la autora.
0 comentarios:
Publicar un comentario